Un oasis de tranquilidad en Mendoza
La Piscina: Sol, Silencio y Pura Relajación
Nuestra piscina es pequeña, tranquila y está rodeada de viñedos y vegetación: un refugio tranquilo bajo el sol de Mendoza.
Para muchos de nuestros huéspedes que viajan desde América del Norte y Europa, este se convierte en su lugar favorito para relajarse: un lugar cálido y soleado para tomar el sol, leer un libro, refrescarse en el agua o simplemente no hacer absolutamente nada.
Sin ruido, sin multitudes, sin música alta. Solo sol, agua, vides y la suave brisa del jardín.
En verano, los baños matutinos y los momentos de la hora dorada bajo la pérgola se convierten en un ritual entrañable: sencillo, natural y profundamente relajante. Justo como debería sentirse una pequeña finca.
El jardín: un oasis vivo y palpitante
Nuestro jardín es un oasis vivo y palpitante, lleno de cantos de pájaros, aromas, luz solar y rincones tranquilos para hacer una pausa.
Vides, árboles frutales, flores y árboles centenarios crean un laberinto verde donde los huéspedes encuentran hamacas, sillones a la sombra, mesas escondidas, pequeñas fuentes y el suave sonido del agua. Los colibríes revolotean entre las flores, aportando color y movimiento a cada estación.
Las gallinas deambulan, nuestros gatos duermen la siesta al sol y Felipe, nuestro querido galgo, corre feliz entre las vides. Cada rincón tiene su propia vida, su propio ritmo.
Aquí, los huéspedes pueden relajarse, leer, descansar, respirar y reconectarse: un oasis sencillo y auténtico en el corazón de Chacras de Coria.
Reserva tu lugar en nuestro oasis
Nuestro jardín orgánico, nuestra piscina tranquila y nuestros escondites en los viñedos son los favoritos de los huéspedes: reserve con anticipación para consultar la disponibilidad.
